Un aspecto central de los productos de Janitza es el de hacer transparentes los flujos y consumos de energía. Esta transparencia es la base para detectar de forma sistemática un consumo energético innecesario. Esta gestión de la energía —sostenible y respetuosa con los recursos— está profundamente arraigada en el ADN de Janitza y forma parte de los valores centrales de la empresa.

Por esta razón, desde el año 2013 Janitza cuenta con un sistema de gestión energética certificado según ISO 50001:2018. Además, en 2022 nos marcamos el objetivo de ser neutros en carbono para el año 2030. En este camino, un consumo energético exento de CO₂ es un importante paso. Este hito significativo ya se implementó en 2022 para las localizaciones de la empresa en las ciudades alemanas de Wetzlar y Lahnau. El ahorro de CO₂, confirmado por un certificado oficial del proveedor de energía, es de 204,45 toneladas anuales. Para ahorrar esta cantidad de forma natural se necesitarían más de 15.000 árboles. “Esta medida representa un paso importante hacia nuestro gran objetivo de la neutralidad de carbono“, explica el director general Rudolf Müller.

Para el año 2023 se espera incrementar aún más el ahorro. Sin embargo, esto solo representa un elemento de la estrategia de Janitza en el camino hacia una empresa neutra en términos de CO₂. Otro paso es el aumento del porcentaje de autoconsumo por medio de energía solar autoproducida, exenta de CO₂. A fecha de hoy, Janitza electronics ya dispone de dos instalaciones fotovoltaicas que se utilizan para la producción propia y para el área administrativa. Esto ha permitido ahorrar alrededor de 30 toneladas de CO₂ durante este año. En el futuro, está previsto que una tercera instalación fotovoltaica suministre aún más energía verde.

Para poder alcanzar en el futuro el objetivo de la neutralidad de carbono, como primer paso es necesario contabilizar las emisiones causadas. Esto permite —en combinación con la tecnología de medición adecuada— identificar medidas de ahorro y evaluar medidas de compensación. Para las empresas industriales, la contabilización de las emisiones es una tarea compleja, pues esto requiere analizar la cadena de valor completa bajo el aspecto del consumo de CO₂. Esto abarca desde el cálculo de la huella de carbono de los materiales comprados para la producción de los dispositivos de medición, hasta la pregunta sobre la cantidad de CO₂ consumida para producir un obsequio corporativo para una feria y sobre los medios de transporte utilizados por el equipo de ventas para desplazarse a la feria.

“La contabilización y evaluación de las emisiones de los gases de efecto invernadero causadas por una empresa es un asunto extraordinariamente complejo. En este campo colaboramos con un proveedor profesional para garantizar que el balance tenga pies y cabeza”, explica Patrick Steiß. Steiß es gestor de energía de Janitza electronics e impulsa con una gran pasión el proyecto en la empresa. “Al fin y al cabo no se trata de cómo quedar un poco mejor como empresa, sino de qué aportación pueden hacer tanto Janitza como cada uno de los empleados para que nuestro planeta, y también nuestra región, continúen siendo un lugar habitable y un lugar en el que vale la pena vivir”.